Para empezar, algo fácil que todo el mundo sabe: los vinos se clasifican en TINTO, ROSADO y BLANCO.
Ahora bien, dentro de cada una de estas tres grandes categorías hay, como no podía ser de otra manera, gran variedad de colores. El color que tenga un vino dependerá, entre otros factores, de su edad. Por tanto, si un vino muestra una tonalidad que no corresponde a sus años de vida, podría tratarse de un vino corrupto, estropeado. Del mismo modo, pero a la inversa, el color de un vino, puede ser la pista fundamental para averiguar el año de elaboración del mismo. En definitiva, el color del vino será un indicador de su calidad y su edad.
Por otra parte, el color va a depender de otros factores importantes. En primer lugar la cepa o variedad de uva. También el proceso de vinificación, puesto que el color del vino viene de la piel de las uvas, según el tiempo de fermentación del mosto con esas pieles, obtendremos unos colores u otros, o mayor o menor intensidad. También el nivel de maduración de los racimos en el momento de la vendimia será importante.
El principal problema que podemos encontrar, al menos yo así lo he vivido, al intentar categorizar el color de un caldo (no me gusta cómo suena de refinada esta palabra, caldo, pero la usaré por no repetir tantas veces vino) es el de no conocer en realidad los colores de referencia que se utilizan.
Por ejemplo, ¿cómo decir y cómo entender que un vino tiene color rubí si nunca he mi vida he visto un rubí? Habrá que ir a una joyería y pedir que nos enseñen alguno, o comprarlo... :)
Del mismo modo ocurre con el color, guinda, cereza, teja...
Un caso curioso es el púrpura, que según en qué idioma/país estés se tratará de un color u otro. Comparadlo en estos enlaces a la Wikipedia.
En general, la gama de colores de los vinos tintos puede ir desde los azules de los más jóvenes hasta los marrones de los más viejos. Sin complicarme mucho yo diría que, en orden creciente de edad:
Términos más correctos para usar en una cata serían:
Azulado; Violáceo; Cereza (guinda, picota...); Frambuesa; Rubí; Púrpura; Granate; Teja
Vinos blancos
Los más jóvenes pueden ser prácticamente incoloros. Los más viejos tienden al ámbar.
Incoloro-Amarillo verdoso-Amarillo paja-Amarillo dorado-Amarillo oro-Ámbar
En una web francesa he visto una buena imagen de la evolución normal de los colores en los vinos blancos y tintos. Aunque yo el violeta lo pondría junto a los azulados más jóvenes.
Vinos rosados
Lo normal será rosa fresa o rosa frambuesa, más vivo e intenso que el anterior. Un rosado que esté anaranjado puede indicar decrepitud.
Cómo observar el color
La posición ideal es alejar la copa unos 30 cm de los ojos, inclinarla 30º o 45º hacia el observador y mirar directamente al líquido a través de la boca de la copa.
Independientemente del tipo de vino (tinto, rosado o blanco) la intensidad de éste dependerá también de la variedad de uva, del terreno y de la maduración de los racimos al vendimiarlos, de manera que los vinos secos y ligeros que vienen de climas fríos tienen colores más claros, mientras que los de regiones más cálidas serán vinos con coloraciones más profundas.
Ahora bien, dentro de cada una de estas tres grandes categorías hay, como no podía ser de otra manera, gran variedad de colores. El color que tenga un vino dependerá, entre otros factores, de su edad. Por tanto, si un vino muestra una tonalidad que no corresponde a sus años de vida, podría tratarse de un vino corrupto, estropeado. Del mismo modo, pero a la inversa, el color de un vino, puede ser la pista fundamental para averiguar el año de elaboración del mismo. En definitiva, el color del vino será un indicador de su calidad y su edad.
Por otra parte, el color va a depender de otros factores importantes. En primer lugar la cepa o variedad de uva. También el proceso de vinificación, puesto que el color del vino viene de la piel de las uvas, según el tiempo de fermentación del mosto con esas pieles, obtendremos unos colores u otros, o mayor o menor intensidad. También el nivel de maduración de los racimos en el momento de la vendimia será importante.
Anillo de rubíes y diamantes (foto de la Wikipedia) |
Por ejemplo, ¿cómo decir y cómo entender que un vino tiene color rubí si nunca he mi vida he visto un rubí? Habrá que ir a una joyería y pedir que nos enseñen alguno, o comprarlo... :)
Del mismo modo ocurre con el color, guinda, cereza, teja...
Un caso curioso es el púrpura, que según en qué idioma/país estés se tratará de un color u otro. Comparadlo en estos enlaces a la Wikipedia.
Azul-Violeta-Rojo rubí-Púrpura-Granate-Marrón
Términos más correctos para usar en una cata serían:
Azulado; Violáceo; Cereza (guinda, picota...); Frambuesa; Rubí; Púrpura; Granate; Teja
Vinos blancos
Los más jóvenes pueden ser prácticamente incoloros. Los más viejos tienden al ámbar.
Incoloro-Amarillo verdoso-Amarillo paja-Amarillo dorado-Amarillo oro-Ámbar
En una web francesa he visto una buena imagen de la evolución normal de los colores en los vinos blancos y tintos. Aunque yo el violeta lo pondría junto a los azulados más jóvenes.
Fuente: http://www.chateauloisel.com/etude/robe-du-vin.htm |
Vinos rosados
Lo normal será rosa fresa o rosa frambuesa, más vivo e intenso que el anterior. Un rosado que esté anaranjado puede indicar decrepitud.
Cómo observar el color
La posición ideal es alejar la copa unos 30 cm de los ojos, inclinarla 30º o 45º hacia el observador y mirar directamente al líquido a través de la boca de la copa.
Independientemente del tipo de vino (tinto, rosado o blanco) la intensidad de éste dependerá también de la variedad de uva, del terreno y de la maduración de los racimos al vendimiarlos, de manera que los vinos secos y ligeros que vienen de climas fríos tienen colores más claros, mientras que los de regiones más cálidas serán vinos con coloraciones más profundas.
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